El mundo se olvidó de llorar

“Hay partidos que defienden su inspiración cristiana pero en inmigración van contra el Evangelio”

La entrevista de Jordi Évole del pasado domingo ha sido toda una explosión, el espacio más visto desde el 2015 en esta cadena. Con mas de cuatro millones de espectadores, ha despertado todo tipo de comentarios en las redes. Basta mirar en cualquier buscador sobre los titulares para comprender las repercusiones que ha tenido.
El Papa respondió a todas las preguntas del periodista con naturalidad y sinceridad. En un punto de la entrevista, cuando hablaban sobre la inmigración, Évole mostró a Francisco una concertina. Con este objeto cortante entre las manos el Pontífice repitió “es tal la inconsciencia…”, a lo que añadió “el mundo se olvidó de llorar”.
El papa reconoció que le conmovió ver un trozo de concertina que el presentador le mostró: “Cuando se fue, lloré”. “Lloré porque no entra en mi cabeza, en mi corazón, tanta crueldad, o ver ahogarse en el Mediterráneo, en lugar de convertir los puertos en un puente. Esta no es la manera de resolver el tema de la inmigración. Cuando vi ese
alambre con cuchillas, no me lo podía creer”, afirmó el Papa a los periodistas durante el vuelo de regreso de su viaje oficial a Marruecos.
“¿Qué le diría a los católicos españoles que rechazan la inmigración?”, le preguntó Jordi Évole. “Son católicos, que lean el Evangelio. Y que sean coherentes”, contestó el Papa.
No es la primera vez que el papa Francisco hace énfasis en la acogida y en la protección de los migrantes y refugiados que llegan a Europa. Está muy en la línea de lo que viene diciendo y repitiendo desde 2015. Es una llamada de atención a todas las personas que nos consideramos creyentes, participemos o no en política. Es un mensaje directo a lo personal, a lo individual, a quien se identifique como católico, lo dijo muy claro y muy conciso, “lee el Evangelio”, porque el criterio que marca es que acojas y acompañes.
Una de las palabras más repetidas por el Papa en sus reflexiones sobre inmigración, es la “injusticia”, “No entiendo la insensibilidad. O no entiendo la injusticia de guerra, la injusticia de hambre, la injusticia de explotación, que hace que una persona migre buscando cosas mejores. Y la injusticia de quien le cierra la puerta”, dijo el papa.
“La injusticia acompaña a estas personas a lo largo de su trayecto. A veces tenemos la tentación de poner solo el foco en la valla o la frontera, pero todo no acaba ahí. Cuando consiguen llegar al país seguro y no se les da acogida también es una injusticia, es un foco de luz importante”.
Tenemos los españoles varias citas con las urnas en los dos próximos meses. Como católicos no podemos dejar de mirar el Evangelio y ser coherentes.

José Antonio Benítez Pineda, cmf

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