Lucas 24, 13 – 35:
«Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída».
Dos discípulos de Jesús van huyendo de Jerusalén tras los acontecimientos tristes del Viernes Santo.
Van caminando en la decepción, en la tristeza, en el dolor, en la desesperanza…
A lo largo del camino, un caminante se les une. Es el mismo Jesús que está oculto a sus ojos.
Este compañero de camino les pregunta. Y, ante sus respuestas, les va explicando desde la Palabra de Dios los acontecimientos ocurridos.
Los tres, al anochecer, se sientan a la mesa para cenar. Y cuando aquel desconocido parte el pan, los ojos de los dos caminantes se abren y reconocen a Jesús.
Sin darte cuenta, también Jesús resucitado camina contigo.
Deja que su Palabra inflamen tu corazón.
Deja que el pan de la Eucaristía te haga reconocer su presencia.
Y deja que su Palabra y su Eucaristía te impulsen anunciar la buena noticia de la Resurrección como impulsó a estos dos discípulos.
Sigue viviendo y sigue anunciando la Pascua de Jesús.
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf