«Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: Padre Santo, que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en tí, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado».
La credibilidad de los seguidores de Jesús no está en aquello que hagamos.
La credibilidad de los seguidores de Jesús está en nuestra forma de amar y de transmitir el amor de Dios en todo aquello que hagamos. Una ONG cualquiera puede hacer las cosas que hace cualquier cristiano. Incluso las puede hacer mejor y con más competencia. Pero lo que hace un cristiano, si va cargado del amor de Jesús, no lo puede hacer nadie que no tenga el Espíritu de Jesús.
El Espíritu de Jesús siempre es espíritu de unidad, de comunión, de sumar y nunca de dividir.
Porque para hacer el bien y para que el mundo crea, tenemos que estar unidos todos aquellos que queremos transmitir el amor que Jesús nos manifestó.
Rompe hoy con todas las diferencias y con todas las divisiones que descubras en tu vida.
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf