Mateo 8, 18-22:
«Viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de cruzar a la otra orilla».
Hemos visto recientemente que seguir a Jesús nos lleva a una confianza y a una gran fe en Él dejando todo aquello que nos impida seguirle.
Vamos hoy a caer en la cuenta de que seguir a Jesús necesariamente nos conduce a «cruzar a la otra orilla».
«Cruzar a la otra orilla» significa:
+ Dejar todo aquello que me está impidiendo ese seguimiento.
+ Cruzar de la orilla de la comodidad a la orilla del servicio.
+ Cruzar de la orilla de la tristeza a la orilla de la alegría.
+ Cruzar de la orilla del egoísmo a la orilla de la entrega.
+ Cruzar de la orilla de la pereza a la orilla de la acción para extender el Reino.
+ Cruzar, en definitiva, de mi propia orilla a la orilla de los demás, que es la orilla de Jesús.
Si sientes que estás instalado en tu propia «orilla» intenta pasar hoy a la «orilla de Jesús».
Intenta «pasar a la otra orilla».
Buenos días.
Antonio Sanjuán Marín, cmf