Sirviendo la Palabra: Mt 5, 1-12

VIERNES 1 DE NOVIEMBRE

Mateo 5, 1-12:
«Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».

La solemnidad de Todos los Santos es una de las fiestas más simpática y alegre de todo el calendario cristiano. Celebramos a todos esos innumerables cristianos que pasaron por este mundo encarnando las bienaventuranzas que hoy nos proclama Jesús.
A todos esos hermanos nuestros que supieron ser pobres en el espíritu, que lloraron, que sufrieron, que tuvieron hambre y sed de justicia, que fueron misericordiosos y limpios de corazón, que trabajaron por la paz y que fueron perseguidos sencillamente por ser cristianos.
Los santos anónimos que no están en los altares.
Seguro que conocemos a muchos de ellos porque han vivido con nosotros colaborando humildemente en la construcción del Reino de Dios, sin darse ninguna importancia pero amando con el esfuerzo de sus brazos y la alegría de su corazón. Encomiéndate hoy a todos estos santos.
Son hermanos nuestros que nos han precedido en la ida a la casa común de nuestro Padre. Que siguen amándonos y también siguen en nuestro camino de seguimiento a Jesús.
Buenos días.

Antonio María Sanjuán Marín, cmf

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