Juan 16, 29-33:
«Os he hablado de esto para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas pero tened valor yo he vencido al mundo».
La Paz que nos trae Jesús no es ausencia de conflictos ni ausencia de tensiones. Ni tampoco es ausencia de guerra.
La paz que nos trae Jesús es la armonía perfecta con el Padre, con los hermanos, con todo el mundo y con nosotros mismos. Es una paz que no se logra ni con firmas, ni con pactos y tratados.
La paz de Jesús nace de dentro de nosotros, de nuestro corazón, y es la seguridad que podemos tener cuando nos sentimos en las manos del Padre y, venga lo que venga o pase lo que pase, nadie podrá arrebatarnos de estas bondadosas manos.
En medio de las luchas y dificultades externas o internas que puedas tener, ten paz. En Jesús ya las has vencido.
Jesús resucitado te envía su Espíritu que te da la fortaleza y te hace vencedor en todo.
Durante esta semana nos preparamos para la avenida del Espíritu Santo (PENTECOSTÉS).
Pedimos hoy el don del CONSEJO que nos haga elegir en todo momento lo que contribuye más a la gloria de Dios, a la dignificación del ser humano y a crear un mundo mejor.
Buenos días.
Antonio Sanjuán Marín, cmf
