Juan 13, 21-33.36-38:
«Pedro replicó: Señor, daré mi vida por ti. Jesús le contestó: ¿con que darás tu vida por mí?. Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces».
Pedro estaba muy seguro de sí mismo. Confiaba demasiado en sus propias fuerzas. Y desde esa seguridad y confianza en sí mismo, le prometió a Jesús que daría su vida por Él.
Pero llegó el momento de la verdad unas horas más tarde. El miedo en él pudo más que su promesa. Y antes de cantar el gallo, había negado tres veces a Jesús.
El evangelio de hoy contiene una doble llamada:
+ En primer lugar, es una llamada a la fidelidad por encima de las dificultades. Es en la dificultad donde mejor se demuestra la fidelidad. Solemos decir que en los momentos duros es donde se muestran los verdaderos amigos.
+ En segundo lugar, también es una llamada a la humildad. Pedro fue muy presuntuoso. Se apoyaba en sus solas fuerzas. No contó con las fuerzas del Maestro, que también les dijo a todos que sin Él no podían hacer nada.
Intenta vivir la fidelidad a Jesús pero cuenta también con las fuerzas que Él te da para vivirla.
Buenos días.
Antonio Sanjuán Marín, cmf