En esta sección, en la que abordamos la problemática que viven colectivos que sufren la marginación o el descarte social no podían faltar los llamados precisamente «barrios periféricos». Existen en casi todas las poblaciones y son directamente proporcionales en sus dimensiones y procesos de exclusión al tamaño de las mismas. Todos conocemos y etiquetamos barrios así. Hoy, traemos el testimonio de personas de la barriada «Casería del Cerro», en Granada. Una parte de lo que se conoce como «el Polígono» o «Zona Norte». Allí la Parroquia Claretiana del Espíritu Santo tiene desde hace años el Proyecto Emaús, un proyecto misionero que interviene sobre todo en el ámbito socioducativo con niños y familias. Dos de las personas de su Equipo Coordinador, Julia Aguilera (Profesora de primaria y voluntaria del Proyecto) y Elisabet Vázquez (Educadora Social del Proyecto) han realizado una sesión con las madres del Proyecto para preguntarles por sus sentimientos y pensamientos. Una inmejorable manera de acercarnos a esta realidad. Aquí tenéis sus aportaciones. (Como otras veces, en el próximo artículo daremos algunas claves para trabajar contra la estigmatización de estos barrios.
Agustín Ndour
- ¿Qué significa para vosotras vivir en un barrio periférico?, ¿Qué condicionantes encontráis?
Principalmente les preocupa todo lo relacionado con los hijos. Notan una maduración precoz de los niños en este barrio, por un lado porque los padres dan roles de niños más mayores a la edad que realmente tienen y por otro, por el tiempo que pasan en la calle y las referencias que tienen en ella. No son las propias de niños, no juegan todo lo que deberían y los modelos que encuentran en algunos adultos en la calle tampoco son positivos (poco motivados, violencia verbal y física, discusiones, comunicación a gritos, peleas entre familias, producción y venta de sustancias ilegales, etc).
Sienten el peligro de las peleas en la calle, en ocasiones se producen tiros y temen que algún día sus hijos/as se vean implicados. Muchas veces, el motivo de las peleas entre vecinos son los hijos, y saben que van armados. Es algo que a las familias se les escapa, que no saben cómo atajar y cómo proteger a sus hijos más que limitándoles en las salidas.
Entre los condicionantes, también encuentran situaciones que les preocupan. Nos cuentan que en algunos centros educativos de la zona, cuando hay algún problema entre los alumnos, en el aula o con las familias de estos, la respuesta que han recibido es que todo puede pasar “porque estamos en este barrio”. Se despreocupan y es un “todo vale porque estamos aquí y esto es lo normal”.
Respecto al trabajo, nos explican que a veces se sienten discriminados ya que cuando en las entrevistas conocen que son de este barrio a veces no los contratan, dan por hecho que serán personas conflictivas, no importa la experiencia laboral, formación o habilidades y capacidades de la persona.
Sobre el transporte nos cuentan que muchas empresas de comida a domicilio no pisan la zona, les hacen ir hasta un punto para entregarles la comida. En el caso de los taxis, el tema se agrava porque tampoco entran en ciertas zonas del barrio según las horas, esto hace que las personas mayores, enfermas, niños/as, familias, puedan verse sin medios en casos de urgencia. También en los autobuses públicos se recortaron algunas líneas, haciendo los trayectos bastantes más largos, cosa que sigue aislando en cierta medida al barrio ya que las personas tardan mucho en llegar a este punto de Granada, o las propias personas del barrio para llegar a otras zonas.
- ¿Qué prejuicios creéis que se tienen sobre el barrio?
Hacen especial hincapié en que la gente que no es del barrio tiene una mala imagen porque las noticias que aparecen en prensa u otros medios de comunicación son siempre negativas, incluso gente que ha vivido en el barrio y que ahora viven en otras zonas hablan mal del barrio, no quieren volver, hablan con vergüenza. Sin embargo, las madres nos cuentan que hay bloques de vecinos trabajadores y buenos, que tienen buenas relaciones con los vecinos y que viven contentas aquí.
Hay un gran estigma por ser del “Polígono”, tienes la obligación de ser malo o no eres de aquí. Esto es lo que nos cuentan algunas madres sobre cosas que han escuchado en vecinos/as y gente de otras zonas.
También nos cuentan que en esta zona hay mucha mezcla de culturas, que no hay tantos conflictos con esto como sobre los prejuicios que hay sobre los gitanos. Nos dicen que a veces hay mucho racismo con los gitanos y que sin embargo son los payos quienes son más problemáticos.
- ¿Qué sentimientos os produce vivir en este barrio?
Algunos de los sentimientos que salieron en la sesión son “la vergüenza”. Sienten vergüenza cuando reciben visitas de familiares o amigos que viven en otros barrios, por lo que ven en la calle cuando llegan (suciedad, consumo y venta de drogas, gritos). También dicen que mucha gente del barrio tiene idealizados otros barrios de Granada, por lo que aún les parece peor el suyo. Este sentimiento se da más en las personas mayores.
Otros sentimientos que salieron fueron “el miedo”, preocupación por los niños, por su futuro y las influencias y referencias que tienen en el barrio. O “la rabia” al escuchar a la gente hablar mal de su barrio sin conocerlo.
Uno de los sentimientos que más nos gustó…”el de pertenencia al barrio”. Las mujeres que habían nacido en el barrio, que se han criado aquí y que han formado ahora su propia familia, no quieren moverse. Les gusta vivir en su barrio, se alegran de que siga siendo un barrio donde charlar con sus vecinos/as de toda la vida, donde ir a los comercios de siempre, donde la vida no es tan cara como en otras zonas y donde en definitiva son felices.
- ¿Qué soluciones daríais para mejorar esa visión negativa que se puede tener sobre un barrio periférico?
Algunas de las aportaciones que nos hicieron fueron:
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Producir noticias positivas sobre el barrio, contar todo lo bueno que en él también pasa, los recursos que hay, las iniciativas sociales, el trabajo que se hace con los niños, cómo se cuida del mayor, las empresas y centros educativos que se están instalando en la zona…, etc.
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Crear actividades para atraer a personas de otros barrios, para que se acerquen y conozcan esta zona. También con la implicación de las propias personas del barrio para que la actividad genere beneficios sobre la población del mismo.
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Usar los espacios públicos que han arreglado para actividades atractivas, por ejemplo el recinto ferial o parques. Actividades como un carnaval, carreras populares, actividades deportivas, etc.
