FORMACIÓN PERMANENTE

El Plan General de Formación de nuestra Congregación nos recuerda que la formación permanente es una exigencia de nuestra vocación, orientada a la renovación personal y comunitaria del claretiano a la luz del Evangelio y de nuestro carisma (PGF 464). Es un camino abierto que dura toda la vida, global porque abarca a toda la persona y sus dimensiones, y multiplicador porque impulsa la renovación de las comunidades, la misión y las estructuras apostólicas.

Esta necesidad de formación permanente en todas las etapas de la vida responde al anhelo de una fidelidad creciente a nuestra vocación. Así, el Plan General de Formación subraya que la formación permanente es esencial para que cada claretiano permanezca fiel a su proyecto personal de vida, a la acción renovadora del Espíritu, al proceso de renovación congregacional y a los desafíos de la misión.

En nuestra Provincia de Fátima tratamos de cuidar la formación permanente a través de diversas iniciativas:

  • Acogiendo y promoviendo la participación en los programas ofrecidos por la Congregación (Fragua, Claret contigo, interculturalidad, economía y administración…) y otras instituciones.
  • Organizando momentos de formación específicos a nivel provincial: formación de superiores, curso de liderazgo discerniente, formación sobre los focos apostólicos, entorno seguro y prevención de abusos, encuentros para claretianos de quinquenio y decenio…
  • Cuidando la formación especializada en los distintos sectores apostólicos (educación, parroquias, equipos especializados, pastoral juvenil…) y participando en actividades organizadas a nivel interprovincial.
  • Favoreciendo iniciativas personales de formación alineadas con nuestro carisma y misión.

Sigue siendo un desafío para nosotros hacer realidad el sueño congregacional discernido en el XXVI Capítulo General que nos urge a vivir la formación permanente como una respuesta a las interpelaciones del Reino de Dios en todo tiempo y lugar (QC 88d).

 

 

 

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