Extraño mundo. Corazón doliente.
Gaviotas de vidrio y mar desnudo.
Una tierra sin nombre. Verbo mudo
En los escombros de una voz ausente.
Extraño mundo. Corazón ardiente.
Gavillas de azahar, pálpito y nudo.
Una tierra sin piel, tacto desnudo
Entre las manos de un coral hiriente.
Los tiernos ojos del almendro, lunas
De aromas, giran en un cielo intacto
Frente a una luz de otoño y primavera.
Extraño mundo de ojos ciegos, dunas
De cobre azul y corazón sin tacto:
Un mundo de relojes sin esfera.
Blas Márquez, cmf