Cuida tu familia: Hagamos algún gesto que nos recuerde que hemos optado por la “luz” y no por la “oscuridad”.

XXXII Domingo del Tiempo Ordinario (Mt 25, 1-13)

La Parábola de las jóvenes sensatas y las necias nos puede dar pie para recordar que hemos de mantenernos siempre en la fe del “regreso de Jesús” y estar preparados durante la espera (nuestra vida). Su final (la muerte), imprevisible e inevitable, marca nuestra existencia de tal manera que, si no hay fe, cuando llega -la propia o la de los seres que queremos-, se cae en la desesperación o el abatimiento. Por el contrario, si nos situamos desde la fe, aprenderemos de Jesús a vivir desde el amor, el perdón, el servicio… Seremos como las “jóvenes sabias”…y siempre estarán “nuestras lámparas encendidas”. Nuestras familias, por consiguiente, serán “lúminosas” y hogares de esperanza.

Propuesta para cuidar la familia esta semana

Estemos atentos a las “venidas” de Jesús a nuestra vida, repartiendo amor, generosidad… alejándonos de lo que nos daña. Hagamos algún gesto que nos recuerde que hemos optado por la “luz” y no por la “oscuridad”.

Pilar Jiménez y Fernando Hernández

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