DOMINGO XXXI TIEMPO ORDINARIO (LUCAS 19, 1-10)
Este Evangelio habla de la alegría del encuentro con Jesús; hasta de las personas que, en principio, están más alejadas de Él. Zaqueo se subió en un árbol para poder verle “porque era muy pequeño”. En nuestra familia también tenemos nuestras “pequeñeces” y limitaciones que nos impiden percibir la presencia de Dios. Si queremos que Jesús “nos encuentre” hemos de buscar “lugares” o “personas” en las que apoyarnos para ver a Jesús. Quizá unos en otros. Quizá ayudándonos a sacar lo mejor de nosotros mismos.
Propuesta para cuidar la familia esta semana:
Hablar con un miembro de la familia para que “se apoye en ti” en este momento de su vida.
Alicia del Pozo y Francisco Bonachera
