DOMINGO XXXII TIEMPO ORDINARIO (Lc 20, 27-38)
Las controversias que Jesús con los sacerdotes de su tiempo sobre el tema de la muerte y resurrección, sigue vigente en la actualidad. El pasaje del Evangelio que hoy se nos presenta nos lleva a los cristianos a reflexionar sobre el Dios en que creemos, partiendo de si aceptamos o no la muerte y resurrección de su propio hijo, JESUCRISTO, y que enlaza directamente con la verdadera imagen de Dios: el Dios de la Vida, Dios del Amor.
Además, en la primera lectura vemos a los 7 hermanos Macabeo y a su madre, que murieron por
mantener su FE y convicción en la existencia de la otra vida. Desde ahí podemos preguntarnos si la vida de nuestra familia está basada en valores puramente materiales (bienestar material, riquezas a costa de todo y de todos, etc.) o si se rige por valores evangélicos (vivir en el servicio, en el compartir, en el amor…).
Propuesta para cuidar la familia esta semana:
Por la importancia del tema de hoy, podríamos dialogar en nuestro entorno familiar y más cercano sobre este aspecto de nuestra vida presente y FUTURA. Quizá desde alguna pregunta de estas:
-¿Se cree en nuestro mundo de hoy en la resurrección?
-¿Creemos, de verdad, los cristianos en la resurrección?
-Desde lo anterior, ¿cuál es el verdadero valor que le damos a las cosas de nuestro mundo?
-¿Que concepto de la vida tenemos los que creemos en la resurrección?
PIlar López y Joaquín Devolx
