Cuida tu familia: Agradezcámonos los unos a otros en la familia aquello que hacen por nosotros incluso sin que pudiéramos merecérnoslo “a los ojos humanos”.

XXV Domingo del Tiempo Ordinario (Mt 20, 1-16)

Con la parábola del Evangelio de hoy, Jesús nos revela el contraste entre el modo de pensar de Dios (el dueño de la viña, su Reino) y el de los hombres (los jornaleros). Al final de la jornada (la vida), tendremos la recompensa, que debemos considerar no como el pago proporcional a nuestro servicio (un derecho), sino como un regalo gratuito de Dios, que nos ama. Porque, también en estos días, tendemos a creernos ante Dios con más derechos que “los llamados más tarde”. ¡Qué triste cuando eso sucede en el seno de una familia, cuando se imponen los “derechos adquiridos” a la mirada misericordiosa y generosa de Dios!

Propuesta para cuidar la familia esta semana:
Cultivemos una actitud de humildad y agradecimiento ante tanto recibido de Dios y procuremos evitar juicios condenatorios del comportamiento de los demás. La forma de pensar de Dios… no es la nuestra.

Pilar Jiménez-Casquet y Fernando Hernández

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