III Domingo de Pascua
Jn 21, 1-19
Después de la Resurrección Jesús se aparece (se manifiesta) a los suyos (no sabemos cuántas veces). Lo hace fundamentalmente para expresarles su amor, afianzarles en la fe, saciar el hambre…
Lo suele hacer en intimidad, buscando la afectividad, el cariño de los más próximos, de su comunidad, de su FAMILIA.
Jesús también se nos manifiesta en múltiples ocasiones: en la Eucaristía, en la Naturaleza, en las personas, en los acontecimientos, en la FAMILIA…
Unas veces nos interpela: “Echad las redes”, “Rema mar adentro”…
Otras nos pregunta: “¿Me amas?”…
Propuesta para cuidar tu familia esta semana:
En nuestra próxima Eucaristía (o rato de oración) entablemos diálogo cordial con Jesús:
¿Qué deseas de mí?
¿Qué es lo que debo de cambiar para merecer tu amistad?
¿Qué puedo hacer a nivel personal y FAMILIAR para manifestar tu presencia ante los demás?
Manolo Devolx
