DOMINGO V, PASCUA, CICLO C (Juan 13, 31-33a. 34-35).
¡Menudo mensaje el de esta lectura! ¡Y qué importante para nuestras familias! Con pocas palabras, Jesús nos enseña lo que significa ser cristiano y lo que motiva a sembrar amor en las relaciones humanas. Nos dio un mandamiento nuevo, “que os améis unos a otros”, y, por si olvidamos el sentido de lo que es amar, nos muestra el modelo a seguir: “como yo os he amado”, o sea, sin engaños, sin intereses y siempre dando y perdonando, en definitiva con un amor total que renuncia a sí mismo para dar la vida por otro. Ese amor será el distintivo de los discípulos de Jesús. Y ese amor debe ser el distintivo del discípulo de Jesús en el seno de su familia: un amor que trata de imitar el de Dios, que ilimitado, incondicional… Un amor llamado a aportar luz y a inspirar un nuevo y mejor estilo de vida.
Propuesta para cuidar la familia esta semana:
Aprovechemos cualquier ocasión en nuestras convivencias familiares para dar testimonio de caridad cristiana, respondiendo a la ira con la paz, a la violencia con mansedumbre, a la venganza con el perdón y al odio con amor. Mantener esas actitudes como norma de conducta es una labor para toda la vida.
Pilar Jiménez y Fernando Hernández
