La fiesta del cordero, fiesta primaveral de pastores nómadas, y la de los ázimos, fiesta primaveral de agricultores, se fundieron con un nuevo sentido religioso recordando la liberación de Egipto del pueblo elegido.
Entre los cristianos se sustituyó la Pascua judía por la celebración de la institución de la Eucaristía, realizada por Jesús en la cena pascual, en la que entrega su cuerpo y su sangre derramada por todos como nueva alianza.
Es el sacramento del amor; el cuerpo de Jesús que es entregado y su sangre derramada. La Eucaristía nos lleva a presentar nuestra vida a Dios y a los hermanos como ofrenda y servicio. Máxime en el entorno de la familia.
En muchos casos nuestras comuniones caen en la rutina y pierden su último sentido.
Propuesta para cuidar tu familia esta semana::
Medita y reivindica la Eucaristía como OFRENDA y SERVICIO a Dios y los hermanos.
Especialmente a los miembros de la familia, con preferencia a los más alejados y a los más necesitados de afecto y cercanía.
Margarita Angulo y José Morenodávila