(Para Oscar, cantautor)
Atrévete a soñar,
que el tiempo pasa
y los corales viven en el mar.
Hace tiempo que vengo
de un cielo sin estrellas.
Recorro los caminos
sin dejar huellas.
Y un laberinto de hojas secas
oscurece mi senda y no hay salida.
Y me pregunto a solas por mi vida
y se apaga mi voz en caracolas
de pesadumbre y desencanto.
A la deriva voy y de ola en ola,
solo y solas
sin otra compañía que este canto.
Atrévete a soñar,
que el tiempo pasa
y los corales viven en el mar.
El tiempo pasa y luce el sol
en el aroma de mi voz.
Y estoy aquí bañado de corales
con un latido nuevo en mi canción.
¿Dónde están los que ayer
dudaron de mi lucha y mi sendero?
Aquí estoy y en mi cielo hay luceros
y una estrella me guía
hacia una meta inesperada.
Aquí estoy. Es la hora y es el día.
Adivina en mis ojos la mirada.
Atrévete a soñar,
que el tiempo pasa
y los corales viven en el mar.
La vida es un largo camino
y no hay rosas sin espino.
Y a veces el amor pierde su rostro
en las esquinas rotas de mi llanto.
Vuelvo de nuevo con mi canto
y a la memoria vuelven los recuerdos
como gaviotas de seda
y en mis ojos se quedan,
mensajeras del mar y mis anhelos.
Atrás quedaron
las noches sin amor y mis desvelos.
Por eso canto estremecido
al ritmo de mi voz y mi latido.
Al viento lanzo mis canciones
como dardos de fuego
y flechas encendidas.
Cicatrizaron mis heridas
y hoy vuelvo de nuevo
seguro de mi senda y de mi vida.
Atrévete a soñar,
que el tiempo pasa
y los corales viven en el mar
Las Palmas, 2020
Blas Márquez Bernal
(FOTO: Javardh)