Este es el sueño de nuestro I Capítulo Provincial para nuestra misión: una misión viva (I CP 7). De este sueño, del que expresó el XXVI Capítulo General, y de un proceso provincial de participación que desembocó en la Asamblea Provincial, brota nuestro Plan Provincial de Misión.
¿Qué valor añade este Plan Provincial a nuestra Misión?
- Conecta nuestra misión cotidiana con lo que ha sido discernido y propuesto por el Capítulo Provincial y el Capítulo General: nos ayuda a estar en comunión con la Congregación.
- Ha sido discernido conjuntamente y nos posibilita actuar conjuntamente: nos ayuda a luchar contra el individualismo que nos amenaza (I CP 2b).
- Señala tres focos apostólicos (así como unos destinatarios preferentes y un estilo): nos ayuda a focalizarnos frente al activismo y la dispersión que sufrimos (I CP 2c).
Para que esta misión viva se traduzca en estructuras, la Provincia cuenta ahora con el Consejo Provincial de Misión, que asume las funciones que antes estaban separadas en diversos consejos e instancias. En coherencia con el Plan, quiere ser herramienta de reflexión y discernimiento para que en nuestro servicio a la misión nos organicemos de forma más simple, más unificada y más focalizada.
Nos queda camino por recorrer en esta comprensión de nuestra misión provincial y de nuestras opciones. Afortunadamente, Dios nos quiere siempre en camino: en éxodo y en sínodo. Algunas preguntas abordadas con honestidad nos podrían ayudar a avanzar. ¿Cómo podemos conseguir que los focos sean verdaderamente focos? Cuando enfocamos, fijamos nuestra mirada con atención en algo, sabiendo que lo demás quedará algo desenfocado; cuando usamos un foco también iluminamos todo con su luz… ¿Qué resistencias encontramos en nosotros? ¿Cómo podemos implementar mejor esta propuesta? Nuestra respuesta no puede ser añadir acciones nuevas a lo que ya hacemos: eso no sería enfocar, sino desenfocar.
La propuesta pastoral que hemos desarrollado desde el pasado mes de abril bajo la temática de las migraciones ha pretendido ser una puesta en práctica de todo esto. Ahora, en su fase final, la evaluación y el aterrizaje que hagamos desde nuestras comunidades y posiciones nos ayudará a dar nuevos pasos. Es bonito pensar que tenemos camino por delante. ¡Sigamos caminando hacia la tierra que Dios nos muestra y hagámoslo juntos!
P. Jorge R. Sánchez Palacios, cmf