No hay prisa.
La mañana se extiende
como una sábana recién planchada
y quiero reposar mis anhelos.
La calle,
un hervidero de cadáveres anónimos.
Estoy sentado
en el parque de siempre
donde la brisa del mar
apacienta mi corazón
a ritmos desiguales.
Hoy mis preguntas,
al compás del corazón.
A veces,
¡bueno!, casi siempre,
las preguntas asaltan como duendes
e interrumpen mis sueños.
Me vengo a referir
a los asuntos cotidianos.
Miro mis manos con asombro.
Parecen un cofre cerrado.
No quiero buscar hoy la llave.
La clave está,
digo yo,
en que algún duende
la escondió entre las ramas
del bosque aquel
donde paseaba de niño,
solo como casi siempre.
¡Tengo que volver
aunque sea de noche!
Las Palmas, 4 de enero, 2022
Blas Márquez Bernal, cmf
(FOTO: Jehyun Sung)
TENHO QUE VOLTAR em portugues