«Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa».
Asistimos hoy a uno de los milagros de Jesús. Le presentan un paralítico y Jesús, viendo la fe que tenían, lo pone en pie.
Pero Jesús no quiere que suelte la camilla incluso le ordena que la coja.
Muchas veces nos acercamos a Jesús como nos acercamos a una farmacia: Queremos que nos quite todas las «camillas» que nos pesan y que nos impiden andar como nosotros quisiéramos.
Y Jesús ciertamente que nos «pone en pie». Cura en nosotros todo aquello que nos paraliza. Pero no quiere que abandonemos nuestras «camillas», que son nuestros trabajos, nuestras responsabilidades, nuestras ocupaciones, nuestros servicios, incluso nuestras enfermedades y defectos.
De estas «camillas» no podemos desprendernos porque son precisamente los instrumentos que más nos acercan a Dios y a los demás.
Se nos harán pesadas a veces. Pero con ellas hemos de caminar. Coge con alegría tus «camillas» y camina con ellas detrás de Jesús.
Buenos días.
Antonio Sajuján, cmf
