«Entrad por la puerta estrecha».
Hay muchas puertas que nos abren a muchas cosas y posibilidades de la vida y en la vida.
Hay puertas que nos abren a lo bueno de la vida: al amor, al trabajo, a los hermanos, al encuentro, a la donación y al servicio…
Y hay puertas que nos abren a la destrucción de nosotros mismos y de los demás.
Jesús nos dice en el Evangelio que Él es la puerta por donde entran las ovejas, que somos nosotros.
Entrar por la puerta estrecha es entrar por Jesús. Él es la única puerta que nos abre a la plenitud.
Él es la puerta que nos abre al Padre y, por tanto, a la entera felicidad.
En todo lo que hagas y en todo lo que vivas entra por Jesús. Aunque a veces entrar por esa puerta te exija sacrificio renuncias y no aceptación por parte de los demás. Entrar por Jesús quiere decir que en todo lo que hagas y en todo lo que vivas intentes actuar e intentes vivir como actuó y vivió Jesús.
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf