Sirviendo la Palabra según Sanjuán: Mt 6, 7-15

«Vosotros rezad así: Padre Nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; danos hoy el pan nuestro de cada día, perdona nuestras ofensas pues nosotros perdonamos a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno». 

Se puede orar rezando. Pero puede ser que recemos sin orar. 

A veces repetimos palabras y palabras de una forma mecánica y sin caer en la cuenta de lo que cada palabra entraña. 

Jesús nos aconseja hoy que en nuestra oración no usemos muchas palabras. 

Nos anima a acercarnos al Padre con una gran confianza, invocándolo simplemente y sintiéndonos hijos suyos. 

También nos enseña las palabras que expresan los profundos sentimientos de toda auténtica oración cristiana: el Padre Nuestro. Orar con el Padre Nuestro es ponernos en la presencia de Dios como Padre, sentirnos sus hijos necesitados y también sentirnos en fraternidad con todo ser humano, hijo del Padre igual que yo. 

Reza hoy despacio el Padre Nuestro gustando y saboreando cada frase y cada palabra. 

Buenos días.

Antonio Sanjuán, cmf

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