Mateo 5, 43-48:
«Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos».
Para el cristiano no existen los enemigos, porque «uno solo es vuestro Padre y todos vosotros sois hermanos».
Tendremos personas más cercanas o menos cercanas. Habrá personas en las que tendremos más confianza que en otras por distintas razones. Personas que sentiremos en nuestras vidas con más peso que otras.
Pero nunca en el corazón de un seguidor de Jesús tiene que albergarse la palabra «enemigo». «Pon amor donde no hay amor y sacarás amor», dijo el místico San Juan de la Cruz.
Pon perdón donde no hay perdón y sacarás perdón.
Pon la paz donde no hay paz y sacarás la paz.
Pon a Jesús donde no está Jesús y Jesús y su Reino se harán presentes.
Buen programa para este día de Cuaresma.
Que hoy hagas llover y salir el sol para muchas personas como lo hace nuestro Padre celestial. Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf