Sirviendo la Palabra según Sanjuán: Mt 5, 1-12a

«Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».

La solemnidad de Todos los Santos es una de las fiestas más simpática y alegre de todo el calendario cristiano. Celebramos a todos esos innumerables cristianos que pasaron por este mundo encarnando las bienaventuranzas que hoy nos proclama Jesús. 

A todos esos hermanos nuestros que supieron ser pobres en el espíritu, que lloraron, que sufrieron, que tuvieron hambre y sed de justicia, que fueron misericordiosos y limpios de corazón, que trabajaron por la paz y que fueron perseguidos sencillamente por ser cristianos. 

Los santos anónimos que no están en los altares. 

Seguro que conocemos a muchos de ellos porque han vivido con nosotros colaborando humildemente en la construcción del Reino de Dios, sin darse ninguna importancia pero amando con el esfuerzo de sus brazos y la alegría de su corazón. Encomiéndate hoy a todos estos santos. 

Son hermanos nuestros que nos han precedido en la ida a la casa común de nuestro Padre. Que siguen amándonos y también siguen en nuestro camino de seguimiento a Jesús. 

Buenos días.

Antonio Sanjuán, cmf

Start typing and press Enter to search