Sirviendo la Palabra según Sanjuán: Mt 11, 28-30

«Exclamó Jesús: venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Dentro del ser humano entra el cansancio, el agobio, el desaliento, el desánimo, la angustia, la tristeza… y tantos otros estados de ánimo negativos. 

Y cada persona busca el remedio allí donde cree que encontrará la solución.

Jesús se presenta hoy ante tí como lugar de descanso y consuelo. Él se revela a los sencillos, a los que no se centran en sí mismos y lo ponen a Él en el centro de sus vidas. Jesús se identifica con aquellos que se identifican con su mansedumbre y humildad de corazón.

Pide hoy al Señor la sencillez necesaria para abrirle tu corazón, para escucharle y para acudir a Él depositando en su amor, en su corazón, todos los cansancios y todos los agobios que te asalten en estos momentos. 

Buenos días.

Antonio Sanjuán, cmf

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