«Jesús tomó la palabra y dijo: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños».
Siempre ponemos como modelo de sencillez la sencillez de un niño.
Un niño siempre está abierto al aplauso porque todo le parece admirable. Sin expresarlo y sin saberlo expresar, vive en el agradecimiento porque se siente débil y pequeño. Confía en toda aquella persona que le demuestra cariño porque tiene un corazón abierto a la cercanía.
Tengas la edad que tengas, intenta vivir en la sencillez de corazón. Alégrate en y con los demás. Agradece todo don que recibas y de cualquier clase que sea. Celebramos hoy la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Confía en Dios y en los demás y, sobre todo, ten un corazón abierto como el de Jesús para derramar siempre cariño y cercanía.
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf