Sirviendo la Palabra según Sanjuán: Mc 12, 35-37

«La gente, que era mucha, disfrutaba escuchándolo». 

Leyendo los evangelios, vemos cómo Jesús hablaba de una forma sencilla. No empleaba palabras rebuscadas. Hablaba con claridad, y de una forma directa. Empleaba imágenes y comparaciones para que todo el mundo lo entendiera…

Y también Jesús hablaba con su propia vida, una vida vivida en profunda relación con el Padre y en continuo servicio a los demás. 

Por eso termina diciendo el evangelio de hoy que «la gente, que era mucha, disfrutaba escuchándolo». 

¿Cómo hablas tú de Dios, de Jesús y de su Reino?. Ten en cuenta que el mejor «sermón» será siempre tu propia vida: tu vida sencilla, entregada a los demás, coherente… Estos son los «sermones» y los lenguajes que hoy en día mejor entendemos todos. 

Que también los que te escuchen a ti disfruten escuchándote. 

Buenos días.

Antonio Sanjuán, cmf

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