«El que quiera ser grande, sea vuestro servidor y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos».
Muchas veces en nuestra sociedad catalogamos la importancia de los demás fijándonos en su vestimenta, en sus mitras y sus sombreros, sus zapatos y sus corbatas.
El uniforme y el atuendo más común para un cristiano han de ser una TOALLA o un MANDIL.
Jesús se ciñó la toalla para decir y para mostrarnos que era el servidor de todos.
Él mismo lo dijo: «yo estoy en medio de vosotros como el que sirve».
También el mandil es el uniforme del servicio: lo usan los criados y también las madres y las abuelas cuando están prestando sus servicios a la familia.
No te olvides hoy y siempre de ceñirte bien la toalla y de mancharte bien el mandil.
Eso querrá decir que estás sirviendo mucho. Toalla que siempre está limpia o mandil que no se mancha quiere decir que poco sirven.
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf