«Lo que Dios ha unido, que no lo separé el hombre».
Los fariseos buscan escapatorias para librarse de la Ley de Moisés. Van siempre por el camino de la estricta legalidad buscando sus propias conveniencias.
Como siempre, también hoy recurren a la ley interpretada de una forma rígida e impersonal.
Jesús siempre va por otro camino. Siempre va por el camino de la misericordia y del amor. Y deja muy claro que lo que viene de Dios es que la mujer y el hombre que forman una unidad busquen juntos la comunión de vida a la que están llamados.
Pedimos hoy por todas las familias, por todos los matrimonios y, muy en especial, por aquellos matrimonios y por aquellas familias que encuentran dificultades para ser fieles a su vocación de entrega y amor. Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf