«Vino Juan el Bautista que ni comía ni bebía, y dijisteis que tenía un demonio; viene el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: mirad qué comilón y qué borracho, amigo de publicanos y pecadores».
El mes de septiembre, con el inicio del curso, nos trae novedades en nuestro vivir cotidiano.
Nos encontramos con nuevas personas. Algunas de las que convivían con nosotros ya no estarán y otras tomarán su reemplazo.
Es bueno saber despedir a los que se marchan y también es bueno acoger de corazón a los que vienen.
A veces la novedad suele suscitar reacciones encontradas: gente que se entusiasma con lo nuevo y gente que lo rechaza.
Así pasó con el propio Jesús y no es de extrañar que a nosotros nos ocurra algo parecido.
Vamos a cultivar en estos días un espíritu de acogida y de bondad de corazón con todos los que aparecen como novedad en nuestras vidas.
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf