«A vino nuevo, odres nuevos».
«La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él, son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría» (Papa Francisco).
Jesucristo siempre nos trae aires nuevos y aires de profunda alegría.
Alegría que nos crea siempre una mentalidad abierta en continua renovación, en continua creatividad y en continua osadía misionera.
Jesucristo nos trae el vino nuevo, que es el vino que nos lleva a transmitir con alegría nuestra fe.
Porque si estamos convencidos de que el Evangelio es una buena noticia, hemos de procurar que esta buena noticia llegue a los más posibles.
Tú eres el hombre o la mujer nueva en quien se ha depositado el vino nuevo del Evangelio.
Procura hoy que el vino nuevo del Evangelio que llevas dentro dé fuerzas a todo lo que hagas a lo largo de este día y también a lo largo de todos tus días.
Y procura también compartir este vino nuevo con los demás. El buen vino es para beberlo juntos, para saborearlo en la amistad y para compartirlo en fraternidad.
Que tengas un buen día y ojalá te «emborraches» de vino nuevo.
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf