«Jesús dijo a sus discípulos: os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio».
¡Cuántos creyentes a lo largo de los siglos y desde que comenzó la Iglesia hasta nuestros días han dado sus vidas por ser discípulos de Jesús y seguirle!.
A muchos de estos mártires seguidores de Jesús los veneramos hoy con el título de santos o de beatos.
Pero son muchos más los cristianos anónimos que han sido y siguen siendo testigos de Jesús en medio de contradicciones y dificultades.
He conocido y conozco también a otras muchas personas que me muestran el camino de la fidelidad y del amor al Señor con una constancia admirable y una entrega absoluta.
Tenemos mártires – que significa “testigos” – que nos acompañan y nos estimulan en la causa de Jesús.
Vamos a ser valientes y vamos a aprovechar todas las ocasiones que se nos presenten para dar testimonio de nuestra fe en el Señor.
Como en los primeros tiempos del cristianismo, también el mundo de hoy necesita de testigos. Atrévete tú con valentía a ser siempre uno de ellos.
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf