«El que pretenda guardar su vida la perderá; y el que la pierda la recobrará».
Quienes han optado por entregar la vida a Jesús y a la causa de su Reino han sido y son quienes más vida han tenido y tienen. Y no pienso en los mártires o en personas tan entregadas como una Madre Teresa de Calcuta o un Papa como Juan Pablo II.
Pienso en tantas personas que desde la sencillez y la humildad están entregando diariamente sus vidas: madres , abuelas, médicos, enfermeras, profesores, docentes, sacerdotes, «pastores con olor a oveja», trabajadores de muchos tipos…
Me gustaría ser como muchas de estas personas que, sin pedir nada a cambio, se están «ganando» la vida a costa de entregarla y de «perderla» en el servicio a los demás.
Te invito a que hoy te embarques no en el arca de Noé sino en la barca de la Iglesia y comiences a navegar mar adentro «ganándote» la vida y entregándola con alegría , valentía y esperanza.
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf