Lucas 11, 42-46:
«¡Ay de vosotros, que sois como tumbas no señaladas, que la gente pisa sin saberlo!».
Aparecen hoy en el Evangelio unas quejas de Jesús dirigidas a los fariseos y a los maestros de la Ley.
La primera es porque dan más importancia a cosas insignificantes que al amor a Dios y a los demás.
Y no quiere decir que dejemos a un lado los pequeños detalles.
Lo que Jesús no quiere es que pasemos por alto lo verdaderamente importante.
Tampoco quiere Jesús que nos sintamos superiores a los demás y que seamos conscientes de nuestras miserias aunque la gente no las vea.
Y otra queja de Jesús en el evangelio de hoy va contra ese tipo de personas que exigen en gran medida a los demás mientras que ellos se instalan en las incoherencias.
¡Qué importante es que el Señor nos de sabiduría para conducirnos en la vida según sus criterios y según sus enseñanzas!.
Pídelo para ti y para los demás. Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf