«Y no queréis venir a mí para tener VIDA!».
En el Evangelio de hoy Jesús se lamenta de que los judíos no crean en Él. No ven en las palabras y en las obras que realiza la actuación de Dios. Son incapaces de descubrir el amor del Padre en los milagros de Jesús. No son capaces de descubrir el sentido profundo de sus parábolas.
Incluso juzgan agresivamente muchos de sus gestos en favor de los débiles, los necesitados y de aquellos que sufren por cualquier motivo.
Se cierran a la VIDA: «Y no queréis venir a mí para tener vida!». También nosotros corremos el peligro de no acercarnos de verdad a Jesús para tener VIDA.
Nos podemos quedar en lo anecdótico y superficial e impedir que la VIDA profunda que nos da Jesús no nos cuele más allá de lo meramente externo.
* Acude hoy a Jesús en un rato de oración.
* Acude estos días de Cuaresma a Jesús recibiendo el sacramento del Perdón.
* Acude con frecuencia a Jesús en el sacramento de la Eucaristía.
Así tendrás mucha VIDA.
Buenos días.