«Él tiene que crecer, y yo tengo que menguar».
Juan el Bautista reconoce la superioridad de Jesús sobre él. Él se ha proclamado como aquel que prepara el camino del Señor.
Él reconoce en Jesús al Mesías que ha de venir a salvar al mundo.
Su bautismo era sólo un símbolo de conversión de vida para estar mejor preparado para la venida de Jesús.
Él confesó abiertamente que no era el Mesías y tenía clara conciencia de que quién tenía que crecer no era él sino que era Jesús.
Cuántas veces queremos estar incluso por encima de Jesús. Nos creemos en posesión de la verdad.
Nos fabricamos nuestras propias normas de conducta. Hacemos aquello que en definitiva nos da la gana haciéndonos crecer a nosotros al mismo tiempo que hacemos menguar a Jesús.
Procura menguar para que Jesús crezca en tí.
Buenos días.
Antonio Sanjuán Marín, cmf