«Yo os aseguro: si pedís algo al Padre en mi nombre os lo dará».
Cuántas veces he oído decir que Dios no escucha las oraciones que le dirigimos porque no nos concede aquello que le pedimos.
Sin embargo, Jesús prometió que todo lo que pidiéramos al Padre en su nombre nos lo concedería. Posiblemente nos falta este requisito en nuestras peticiones: pedir el nombre de Jesús.
Pedir el nombre de Jesús es pedir aquello está en consonancia con su Evangelio, porque a veces pedimos cosas que pueden ir por otros caminos.
Pide siempre el don del Espíritu Santo. Él sabe de qué tienes necesidad. Él sabrá darte aquello que en cada momento de tu vida te conviene. Y sabrá dar también aquello que en cada momento de la vida de los demás también les conviene.
Pide que se cumpla en tí y en todas las criaturas la voluntad del Padre, porque tu buen Padre siempre quiere para tí y para todos lo mejor. Reza hoy, y muchas veces y también muy despacio, la oración del Padrenuestro, que es la oración que nos enseñó Jesús.
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf