«Jesús les replicó: aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí y yo en el Padre».
El mismo Jesús dijo que nos conocerán por los frutos que demos, porque un árbol bueno no puede dar frutos malos ni un árbol malo puede dar frutos buenos.
Hoy hablamos mucho de testimonio y difícilmente creemos a quien no respalda con sus obras lo que dice o predica con la boca.
Pues ahí están las obras de Jesús respaldando su mensaje: acoge a todo el mundo, cura las enfermedades, orienta a los indecisos, ilumina las conciencias, ofrece y siembra la paz, consuela a todo el que está triste…
Por eso puede presentar sus obras como expresión de lo que Él mismo es.
Pide hoy al Señor coherencia en tu vida. Que vivas lo que anuncias y anuncies lo que vives. Que tus obras y palabras siempre estén en armonía y consonancia.
Buenos días.
Antonio Sanjuán, cmf