Sirviendo la Palabra: Mc 12, 38-44

SÁBADO 6 DE JUNIO

Marcos 12, 38-44:
«Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra pero esa, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».

La Madre Teresa de Calcuta dijo en cierta ocasión: «Tus acciones pueden ser un grano de arena en el desierto; pero el desierto no sería lo mismo sin ese grano de arena».
La viuda del Evangelio de hoy puede ser ese grano de arena. Su donativo en el arca de las ofrendas es insignificante. Pero Jesús la bendice porque «ha echado todo lo que tenía para vivir».
Ha dado lo mejor de sí misma. Lo ha dado todo sin temor a perderlo. Se ha dado a sí misma.
Nos cuesta relativamente poco dar cosas, pero nos cuesta enormemente darnos a nosotros mismos. Darnos en nuestro tiempo, en nuestros proyectos, en nuestros planes, en nuestra alegría, en nuestros compromisos…
No sabemos el nombre de esta pobre viuda. Pero seguro que se ganó el cielo por unos céntimos, que era todo lo que tenía para vivir.
Yo hoy me encomiendo a ella pidiéndole que también sepa dar lo mejor de mí mismo a la iglesia y a todos los demás.
Te invito a hacer lo mismo y que tengas un buen sábado.
Buenos días.

Antonio María Sanjuán Marín, cmf

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