Sirviendo la Palabra: Mc 1, 40-45

JUEVES 16 DE ENERO 2020

Marcos 1,40-45:
«Se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo: «Quiero: queda limpio». La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio».

En los tiempos de Jesús, el leproso no sólo era un enfermo. También era un excluido. Un «sin» sin ningún «con»: sin derechos, sin familia, sin amigos, sin relaciones sociales, incluso sin religión.
Y Jesús deja que se acerque a Él y se compadece de él. Le restituye todos los «con» porque le restituye toda su dignidad de persona humana.
Hoy siguen existiendo muchas «personas sin» porque hay muchas clases de lepras: la soledad, la tristeza, la exclusión, el abandono, la pobreza, la marginación… Cualquiera de nosotros puede ser ese leproso que necesita de la compasión y del toque de Jesús.
Déjate hoy tocar por Él. Y sé también tú la mano de Jesús que, tocando otras lepras, restablezca consuelo y dignidad.
Buenos días.

Antonio María Sanjuán Marín, cmf

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