MIÉRCOLES 1 DE ENERO 2020
Lucas 2, 16-21:
«Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado El ángel antes de su concepción».
En tiempos de Jesús el nombre configuraba a la persona y la persona se significaba en el nombre.
El nombre de Jesús significa Salvador.
Y en el niño circuncidado hoy no sólo es el nombre con el que se le llamará sino que también ese nombre expresará la realidad y la misión que ese niño tendrá encomendada por el Padre.
Jesús es el Salvador del mundo.
Al comenzar un Nuevo Año nos ponemos al alcance de su salvación.
Que toda la gracia que el Padre derramó en Jesús alcance a todos los hombres en este Año que ahora comenzamos.
Que en todos nosotros se haga realidad la bendición salvadora que leemos hoy en la primera lectura de la eucaristía: «el Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre tí y te conceda su favor. el Señor te muestre su rostro y te conceda la paz».
Vamos a felicitar todos este año 2020 con estos deseos de salvación y de paz que expresan estas bellas palabras del libro de los Números.
Te deseo que en tí se vayan haciendo realidad a lo largo de todos los días del Año que estrenamos.
¡Feliz 2019!
Antonio María Sanjuán Marín, cmf