JUEVES 19 DE NOVIEMBRE
Lucas 19, 41-44:
«Al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: «¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos… no reconociste el momento de mi venida».
Hoy vemos a Jesús llorando. Muy pocas veces nos narran los Evangelios el llanto de Jesús.
Y Jesús llora hoy porque todo lo que conduce a la paz está escondido a los ojos de los hijos de Jerusalén, la ciudad santa.
No han sabido percibir ni valorar el llamamiento de Dios por medio de Jesús. Han rechazado el mensaje que les puede llevar a la paz verdadera.
Jesús sigue llorando también por todos nosotros cuando, cerrando los ojos a su evangelio de paz, los abrimos al odio, al desamor, al rencor, al tomarnos la justicia por nuestra cuenta, cerrándolos a todo aquello que nos conduce a la paz que Él nos trae y nos regala.
Hoy deseo para mí y para todos que siempre comprendamos lo que conduce a la paz y que sepamos reconocer el momento de la visita y venida del Señor, especialmente a través de los más necesitados.
Que Jesucristo, Príncipe de la Paz, cambie nuestra mirada para que pueda renacer nuestra paz con la paz del Evangelio. Para que renazca nuestra paz con la paz del Señor.
Buenos días.
Antonio María Sanjuán Marín, cmf