Si es la paz lo que anhelas,
pon tu corazón a punto
y haz de tus manos un nido de palomas,
el brocal de los besos iniciales,
la herramienta más tierna en el duro combate.
Si es la paz lo que anhelas,
levanta una muralla de caricias
en el umbral de cada estancia
y vigila desde el alba
los vientos huracanados
que borran en las dunas las pisadas
y siembran de silencios las voces diferentes
en el umbral del beso,
en el ojo del tiempo.
Si es la paz lo que anhelas,
mira de frente el rostro dolorido
de los que pasan a tu lado,
sin desnudar su inocencia,
sin transgredir el límite de su conciencia última,
con la reverencia suprema de quien entra, descalzo,
en un lugar sagrado.
Si es la paz lo que anhelas,
prepárate para la siembra
y abre los surcos
con las manos en flor,
con los ojos bañados de corales,
sin arañar la piel ni desvelar los sueños,
cuando amanezca, por las cimas del beso,
la luna nueva.
Si es la paz lo que anhelas,
vierte todas las lágrimas
en el vientre materno de la noche
y con el pañuelo de tu fe cansada
recoge el llanto de los ojos tiernos
que perdieron su mirada en un abrazo imposible,
en las olas de un tiempo maniatado,
en las rejas cruzadas de un beso redimido.
Si es la paz lo que anhelas,
deshoja el diccionario de la muerte.
Sevilla, 1999
Blas Márquez Bernal, cmf
(FOTO: Sunguk Kim)
SE QUERES A PAZ em portugués