Si al menos un instante sucediera…
Mi vida y sus afanes como un río
navegando hacia ti. Y a pesar mío,
el tiempo en su memoria sucumbiera.
Si lejos de tu rostro yo pudiera
encender mis raíces en tu estío
y colmar de razón este vacío
que agiganta mi sed en primavera.
Perdimos el amor y a la deriva,
como un cometa ciego, caminamos
por un cielo sin rumbo, a la deriva.
Perdimos el amor y a tienta vamos
por un muro de miel en llama viva
para quemar después lo que soñamos.
Blas Márquez, cmf