SAMARITANA II (Juan 4: 5-43)

Un pañuelo de lirios en los ojos

sobre el brocal de un pozo.

Y en el quebranto azul de sus despojos

Navega la corriente.

Las aguas intocadas de la fuente

aceleran el pulso de un sollozo

y el tacto blando de un amor doliente.

 

Está la tarde sola

y los contornos de sus penas, vivos.

Desangran los olivos

en la sal de sus ojos de ola en ola.

Sus dedos sensitivos

acarician la piel

de una mirada ajena y sorprendida.

Se abre de par en par toda la herida

en sus muros de miel.

 

La sed del Nazareno

y el manantial herido

dibujan telarañas en su seno.

No conoce su voz pero adivina

el tacto de su beso enardecido

y el sudor de su frente que se inclina.

 

La tarde se adormece

y la palabra ahoga, arde y crece

por los alrededores de sus penas.

Llora la caracola en las arenas

la sal de su quebranto.

Solos los dos en el brocal del llanto,

Solos, sin herramientas ni cadenas.

 

Humahuaca, 2010

 

Blas Márquez Bernal, cmf

(FOTO: Reflexión y Liberación)

 

SAMARITANA II (Jo 4: 5-43) em portugués

 

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