Por fin «fuera del nido» (José Enrique García, cmf)

Los últimos seis años de mi vida los he pasado en nuestra casa de formación, el lugar donde nos preparamos para ser misioneros claretianos. Llamamos a la casa «teologado», por eso de que vivimos dentro quienes estudiamos teología (mira tú que original).

La verdad es que llevaba 6 añazos allí, preparándome para la misión. En ese nido he ido creciendo y preparándome para volar. Confieso que ya me sentía un pajarraco bien grande como para salir de allí. Nos repetían y una y otra vez: «Tu misión ahora es estudiar» y yo pensaba en mis adentros: «Y la tuya dejar de darnos la tabarra siempre con lo mismo y ser más simpático, ¡que es gratis!» (nunca lo decía en alto, porque un misionero ha de ser reconocido por su prudencia…XD).

Total, que tras esos seis años de mi vida, escuchando una y otra vez que tenía que prepararme bien, ahora me encuentro ya volando. Estoy destinado en el equipo de pastoral juvenil de la provincia (Equipo de PJVBética). Su misión se podría sintetizar en: apoyar y acompañar a los jóvenes de nuestras posiciones claretianas en el crecimiento y la maduración de la fe.

¿Suena genial verdad? pues aún es mas genial de como suena. Tengo que decir, que viendo cómo está «el patio», empiezo a entender a mis formadores cuando insistían tanto en que debíamos formarnos bien. Qué de historias sin resolver tiene la gente, cuantas heridas sin cicatrizar… Como misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, estamos llamados a acoger como una madre, tratar con ternura, dar consuelo, y siempre dirigir a Jesús que es el único que de verdad puede sanar y dar esperanza.

Me gusta esa analogía que he escuchado alguna vez acerca de los religiosos. Dicen que al igual que un médico cura las heridas físicas, nosotros seríamos una especie de «médicos del alma». ¿Tú te pondrías en manos de un médico sin estudios? ¿que hace todo de cualquier manera? Por muy buena voluntad que tuviese, peligro, ¡tu vida está en juego! Pues algo así sucede con los misioneros a mi parecer. Si uno no se forma, si no estudia, no se prepara, y lo resume todo en la buena voluntad y la acción misteriosa de Dios… mala cosa, acabará metiendo la pata hasta el fondo. Recuerda, ¡hay vidas en juego!

Por lo tanto, y con esto concluyo: querido lector, si estás preparándote y formándote para el futuro, sea lo que sea, ánimo que al final todo cobrará sentido. Si ya estás trabajando y echas de menos haber aprovechado los estudios, pues lo siento… ¿qué quieres que te diga? ¿que te de ánimos para retomarlo? jajaja ánimo, sí, ¡tu puedes recuperar todo el tiempo perdido! (a quién vamos a engañar, recuperar el tiempo perdido no, pero dejar de perder el que te queda sí.

Yo por mi parte doy gracias a todos aquellos que me han apoyado, animado y aguantado en todo mi camino de formación. Soy quien soy hoy, en gran parte, gracias a ellos.

Se despide José Enrique CMF

Misionero Claretiano en prácticas.

 

Jo

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