Tu cuerpo es una arcilla distanciada,
transeúnte de diques invisibles,
en la ciudad de asfaltos apacibles,
silbando al lomo de una noche-espada.
Tu cuerpo es una fuga encarcelada,
hinchado de costuras detenibles,
que cosen en mis labios los sensibles
cipreses de una cima marchitada.
Tu vientre es una selva humedecida
de helechos, mariposas, riachuelos…
en busca de la tierra destejida.
Tu ser es barro trémulo de suelos
donde gime la guerra destruida
de este beso desnudo en tus desvelos.
Ramón Uzcátegui, sc
(FOTO: Javardh)
Blas: Mis cartas indecisas buscan tu costado en esta hora descompuesta.
POEMA DE LUA ABERTA IV em portugués