Perdóname si tengo el alma rota

¿Vivir? ¿Amar?… ¿Morir con sacrificio

Longitudes de mar cuando despierto

y andar tras el destino, tras un huerto,

pendiente el corazón de un precipicio?

 

Sonoro corazón, roto artificio,

vèrtice  de ceniza y golpe incierto.

Heme aquí con tu pulso y sin acierto

tratando de entender tu corto oficio.

 

Perdóname si tengo el alma rota,

las preguntas son muchas y aturdidas

y quizás se derramen las canciones

 

de otro golpe que sufro y me derrota.

¡Abrázame, perfil de mis heridas!

Tú también has sufrido decepciones.

 

Ramón Uzcátegui Méndez, sc

 

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