Llegué hasta la frontera de la luz
sepultando sombras…
Con mi eco roto,
ambiguo y yerto,
maniobré el agua
desgajada de luciérnagas
en la tempestiva ausencia
de un mundo por venir.
Nacarado el huracán
sobre la ventana de las ruinas,
dibujó mis máscaras
y líneas de arrayanes
en el vientre extranjero
de una tierra amniótica.
Y el dolor difuso y extraño
al final de un senil cuaderno,
matizó el parto
de mi arlequín adulto
sobre el espejo.
Nadé en el vientre de la vida,
y la arteria de una astenia
conjugó mi piel
entre los senos de la luna.
El rito triste de mi infancia
conjugada entre las sombras,
pisó el almanaque
de un beso estéril
hacia el tiempo del parto.
Finalmente rompí la placenta,
y salí afuera…
El nacimiento de mi sombra
quedó en la memoria
de una estrella polvorienta,
en la constelación de un astro fugitivo
que aún acompaña mis pasos
en la textura del camino,
hacia el viaje de la soledad
sentada en el pálpito
de mi cordón umbilical
pronunciado hacia la tierra
de la poesía.
Ramón Uzcátegui Méndez, sc
(FOTO: I.am_nah)
PARTO em portugués